EL DÍA QUE YO ME SUICIDÉ





                                                                                   UNA CARICIA  PARA EL ALMA


                                                                                            


13-01-2021

Amigas y amigos lectores y algún enemigo (o no amigo): 

Estamos asistiendo, en los días actuales, a un mundo donde la mentira tiene el valor de la verdad. Y nada más lejos de ser un hombre que se dice cabal, honrado, defensor de los derechos humanos, si bate la mierda, pues solo a él le salpica en su propia cara.

Las redes sociales, entre ellas incluyo las llamadas telefónicas, acoso, hostigamiento, etc., además de los mensajes de bocas sucias, solo consiguen enfermar los propios dientes de quien pronuncia y difunde de manera envenenada sus mentiras, vestidas y apoyadas sobre pies de barro.

Preguntaréis a qué vienen estas palabras, que anteceden lo que ahora voy a comentaros:

Se dice, se cuenta, se rumorea, se inventa que estoy pensando en atentar contra mi vida, contra mi propia integridad física. Comprenderán, estimados lectores, que ahora, más que nunca, tienen sentido mis palabras iniciales. Bien, si alguien puede hablar de este tema, no cabe duda que soy la persona más indicada para decir,  rotundamente, que algún producto de la defecación, mal oliente, está taponando la boca y el juicio de quien haya pensado, dicho, rumoreado, esta mentira absurda pensando que pueda ser una verdad.

No deja de sorprenderme el ser humano, capaz de conseguir los mayores logros para  la humanidad, para el bien, para avanzar en el camino de la luz y aquellos otros que solo eligen la oscuridad, la sombra, la maldad, la ruindad, para destruir, no siendo conscientes de que caminan sobre un abismo que los devorará, antes o después.

Pues bien, dicho todo lo anterior, el que tenga oídos oiga, estoy en plenitud de mis facultades,  dispuesta a vivir todos los años que Dios me conceda y con ilusiones que se harán realidad, como escribir un libro, tal vez la novela que hablará de mi propia vida en el desarrollo de la misma.

Así que éste es el día que me suicidé: NINGUNO.

La vida es demasiado valiosa, demasiado bella, demasiado importante. ¿Cuando alguien habla a boca llena de que una persona se quiere suicidar, ¿no os da por pensar que sea esa misma persona la que está deseando que desaparezcas del mapa?

Y una nota final: sigo confiando en  la Ley, en la Justicia, que dará su merecido a quien actúa haciendo daño y atentando contra la dignidad de otras personas, con la falsedad y la mentira, pisoteando los Derechos Humanos.


Leonardo Alenza (1807-1845)
Sátira del suicidio Romántico 1839


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AFRICANAS POR EL MUNDO

 


Comentarios

Victoriano ha dicho que…
Paso a paso conseguiremos romper el binomio de la violencia.
Durante siglos las sociedades humanas han sido dirigidas por hombres que odian.
Necesitamos que sean mujeres que aman y hombres que aprendan a amar quienes dirijan el mundo, desde la perspectiva de Tagore, ghandi, camprubi Margarita nelken y Luther King
Unknown ha dicho que…
LA DIGNIDAD DE LOS SERES HUMANOS JAMÁS DEBERÁ SER INJUSTAMENTE PISOTEADA.
Anónimo ha dicho que…
Some people are the devil themselves. And they can't do anything. They cannot draw out your energy. The least they can do is to distract you and I have a strong believe that they can't even distract you. Cuz your energy is strong. Keep going the sky is the limit
María Carmen Ossa ha dicho que…
Thanks for the words of support.