Un mendigo en las calles de París" FELIZ NAVIDAD "Joyeux Noël".
UNA CARICIA PARA EL ALMACuando viajas a una ciudad donde nunca habías
estado antes, los sentidos se activan, tratas de captar todo lo que de nuevo
existe a tu alrededor.
Te haces más consciente de todo lo que ves y
las sensaciones nuevas brotan con más efervescencia en tu subconsciente, el
paisaje de París es de una belleza infinita para los ojos sensibles.
De los lugares y las
personas también brotan nuevas vibraciones, paisaje y paisanaje.
Ciudad de más de
100 museos y muchas cosas que ver y conocer, que no conseguiremos en una
estancia de 4 días, a pesar de los grandes madrugones.
¡En mi viaje a París!
Se me entrelazaron diferentes realidades, lujo,
abundancia que cualquiera pueda ver a simple vista, por otro lado, el
lado su opuesto. No crees en principio, que una ciudad donde reza: 🄻🄸🄱🄴🅁🅃🄰🄳 🄸🄶🅄🄰🄻🄳🄰🄳 🄵🅁🄰🅃🄴🅁🄽🄸🄳🄰🄳 en todos escudos, sabemos que es el lema oficial
de la República Francesa y de la República de Haití esa fue otra que en otro
momento compartiré.
Hoy vi, un hombre entre bolsas de plástico, hombre
barbudo, así muy parecido a Jesús de Nazaret que muchos recuerdan y rezan
cuando llega la semana Santa o la Navidad, descansaba mientras nuestro grupo
paseaba por las calles de París…unas horas antes de entrar a comer al
restaurante Braserie Vagenende en la misma calle donde está, la Fachada de la
Facultad de Medicina: 142, Bulevar Saint- Germain, París.
Pienso:
¿Dónde quedó la humanidad?,
¿dónde quedó lo humano? y
¿dónde la gentileza del
hombre?, en las calles de París.
Pienso una vez más
que la humanidad no está perdida mientras algunas personas nos hagamos
estás preguntas y nos cuestionemos el sistema.
Mientras otros
viandantes preparan compras navideñas,
él, sentado a las puertas
de la Facultad de Medicina.
Un contraste que a mí me invita a
reflexionar, sobre la generosidad y la empatía que cada día más escasea.
En medio de la opulencia de una ciudad tan bella como París, su figura me
habla, me hace preguntas, me cuestiona, como el ser humano olvida a aquellos en
vulnerabilidad. Llegarse a él, hacerle una foto y darle 5 eur para un bocadillo
y denunciar esto, es a donde me lleva el paseo de hoy por París.
Pienso que, en cada acto de bondad y compasión, que
pocas personas podamos tener hacia otras, todavía puede renacer la
esperanza, para conseguir una sociedad más igualitaria, más plena y más
comprometida con estas realidades.
Que, en esta Navidad, los gestos navideños y
regalos, no sean solo por la ocasión, sino una forma constante de ayudar
al prójimo.
Ojalá que en las calles de París y en
cualquier otra parte del planeta, de nuestro mundo y en todo rincón, la
humanidad florezca con un amor infinito.
Feliz Navidad.
[La imagen de este sitio es propiedad intelectual de María Carmen Ossa] .
Reservados todos los derechos.
Cuando viajas a una ciudad donde nunca habías
estado antes, los sentidos se activan, tratas de captar todo lo que de nuevo
existe a tu alrededor.
Te haces más consciente de todo lo que ves y
las sensaciones nuevas brotan con más efervescencia en tu subconsciente, el
paisaje de París es de una belleza infinita para los ojos sensibles.
De los lugares y las
personas también brotan nuevas vibraciones, paisaje y paisanaje.
Ciudad de más de
100 museos y muchas cosas que ver y conocer, que no conseguiremos en una
estancia de 4 días, a pesar de los grandes madrugones.
¡En mi viaje a París!
Se me entrelazaron diferentes realidades, lujo,
abundancia que cualquiera pueda ver a simple vista, por otro lado, el
lado su opuesto. No crees en principio, que una ciudad donde reza: 🄻🄸🄱🄴🅁🅃🄰🄳 🄸🄶🅄🄰🄻🄳🄰🄳 🄵🅁🄰🅃🄴🅁🄽🄸🄳🄰🄳 en todos escudos, sabemos que es el lema oficial
de la República Francesa y de la República de Haití esa fue otra que en otro
momento compartiré.
Hoy vi, un hombre entre bolsas de plástico, hombre
barbudo, así muy parecido a Jesús de Nazaret que muchos recuerdan y rezan
cuando llega la semana Santa o la Navidad, descansaba mientras nuestro grupo
paseaba por las calles de París…unas horas antes de entrar a comer al
restaurante Braserie Vagenende en la misma calle donde está, la Fachada de la
Facultad de Medicina: 142, Bulevar Saint- Germain, París.
Pienso:
¿Dónde quedó la humanidad?,
¿dónde quedó lo humano? y
¿dónde la gentileza del
hombre?, en las calles de París.
Pienso una vez más
que la humanidad no está perdida mientras algunas personas nos hagamos
estás preguntas y nos cuestionemos el sistema.
Mientras otros
viandantes preparan compras navideñas,
él, sentado a las puertas
de la Facultad de Medicina.
Un contraste que a mí me invita a
reflexionar, sobre la generosidad y la empatía que cada día más escasea.
En medio de la opulencia de una ciudad tan bella como París, su figura me
habla, me hace preguntas, me cuestiona, como el ser humano olvida a aquellos en
vulnerabilidad. Llegarse a él, hacerle una foto y darle 5 eur para un bocadillo
y denunciar esto, es a donde me lleva el paseo de hoy por París.
Pienso que, en cada acto de bondad y compasión, que
pocas personas podamos tener hacia otras, todavía puede renacer la
esperanza, para conseguir una sociedad más igualitaria, más plena y más
comprometida con estas realidades.
Que, en esta Navidad, los gestos navideños y
regalos, no sean solo por la ocasión, sino una forma constante de ayudar
al prójimo.
Ojalá que en las calles de París y en
cualquier otra parte del planeta, de nuestro mundo y en todo rincón, la
humanidad florezca con un amor infinito.
Feliz Navidad.
[La imagen de este sitio es propiedad intelectual de María Carmen Ossa] .
Reservados todos los derechos.
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