CUENTO DE NAVIDAD. MUNDOMEJOR


                                                                                     

                                                                                                         UNA CARICIA PARA EL ALMA   

 

¡A ti! ¡Feliz Navidad!


No he preparado nada especial para estos días, todo ha llegado tan rápido, el año pasado me paso igual, ni postales, ni carteles especiales para estas fechas…….

Sí me  vienen a mi mente recuerdos y  no hace tanto tiempo de esto, tal vez  a los veintiséis, no puedo precisar con exactitud, tal vez mucho antes, compraba tiempo y también compraba postales de mil colores las compraba por cajas, incluso con brillantinas, eran tan bonitas que de un año a otro siempre me sobraban, eran muy parecidas a los cromos con los que jugábamos las niñas, eran a tamaño cuartilla, las compraba para enviar a todas las personas con las que no quería perder vínculos y que tenía claro que sí les ibas a escribir en papel, en aquel entonces recibir postales de Navidad a mí me ponía muy contenta y feliz, también compraba sellos en los que aparecía la cara del Rey de España, creo que siguen existiendo este tipo de sellos aunque ya nadie  los compra.

Por aquel entonces, los sobres venían incorporados con la postal navideña  y con mi agenda  de papel al lado, empezaba en la letra A y acababa en la letra Z, no paraba de escribir postales a mano, hacia torres altísimas de postales y cuando llegaba a 50 más o menos iba  a enviarlas, depositándolas en las casetas amarillas que encontraba en el barrio, donde el cartero con su llave recogía, y a veces lo veía con su bicicleta, luego contaba los días, calculaba y decía en dos tres días las recibirán.



Enviaba postales a todo mi círculo más cercano, muchas personas lo hacían también. Dejé de hacerlo sobre el año 2011 aproximadamente cuando comencé a usar whatsApp, ya no era rentable enviar postales, muchas personas ni siquiera contestaban, entramos en la era de lo moderno, todo mecanizado, las redes sociales los whatsApp, los TikToks, escribir postales se nos quedó obsoleto. A mí me parecía una entrega individual de tiempo, hoy ha quedado lejano en él tiempo, incluso el enfado por no recibir respuestas se ha quedado caduco. De la misma manera que soy una oyente fiel a las ondas radiofónicas, pensé muchas veces que escuchar la radio era algo pasado de moda, pero yo no puedo pasar sin este ritual de las ondas.

Como estaba diciendo, ha pasado el tiempo tan rápido que no he podido crear esa postal virtual, a pesar de que ya tenía varias ideas originales en mi mente, pero me pudo la flojera. Quería haberle puesto voz a esta nueva creación, pero nada, en otra ocasión será.

 



Cuento de Navidad: Mundomejor

 

La Navidad se asoma por mi ventana,

no le hago apenas caso,

todavía quedan días, le digo.

Has llegado tan rápido,

no se si tengo algo que decirte,

llegas cuando siento lejano

el espíritu navideño,

aunque estoy llena de

buenos deseos para compartir.

 

En los últimos cuatro años

tu destello festivo

ha encontrado camino en mi corazón

de manera un tanto esquiva,

una estrella que titila en la distancia. 

Hoy deseo encontrar tu luz,

abrazar plenamente

el Amor, la Paz y la Alegría,

un río generoso fluyendo sin cesar,

que las risas sean abundantes 

 y llenen con amor y prosperidad

cada rincón de la vida.

Deseo que los sueños se cumplan,

se conviertan en hilo conductor

de historias iniciadas,

de historias compartidas,

cada día del nuevo año

una nueva página en blanco

donde escribir momentos felices.


El espíritu navideño

busca instalarse en mí,

siento su abrazo envolvente

y me habla con pensamientos:

que el 2025 traiga oportunidades infinitas,

la certeza de que juntos,

incluso en estos tiempos tan inciertos,

podamos tejer un Mundomejor.

 

Pd: La Navidad y yo te enviamos

una estrella de luz,

los mejores deseos

para estas fiestas y el año venidero,

que lo bueno del mundo llegue a ti,

que el espíritu del Amor

nos guíe hacía un camino de humanidad.

 

¡Feliz Navidad!




 



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